Ingredientes:
– 20 ostiones frescos (la frescura de los mariscos es muy importante).
– 1 envase de crema de leche.
– 1 cucharada de mantequilla (con sal ojalá)
– 5 láminas de queso mantecoso.
– 1/2 cebolla (picada en cuadritos).
– 1 bolsa de queso rallado.
– Aliños.
– Vino blanco.
Preparación:
Sacar los ostiones de su concha y lavar. Ponerlos en una fuente con un toque de vino blanco y dejarlos cocinarse. Deben estar aproximadamente 10 minutos (si es que no están congelados). El color que deben tomar es blanco y rojo/anaranjado. Por mientras, saltear la cebolla en aceite. Una vez cocidos los ostiones, poner la cucharada de mantequilla, la crema, las láminas de queso cortadas en cuadritos pequeños, la cebolla y revolver. Si te gustan más cremosos, puedes poner más crema sin problema. Espolvorear con queso rallado y llevar a horno precalentado a 150º hasta que se doren.
*Puedes ponerlos en una sola fuente o en varios pocillos personales.